FRAGUA
Al ser Señuela anejo de Morón, los que ejercían un oficio en la villa, como herrero o sastre, tenían que ir a aquel para atender a las necesidades del mismo. El herrero de Morón estaba obligado a ir al anejo Señuela en las épocas necesarias a prestar los trabajos de su oficio a los labradores que lo necesitan y que, según costumbre, se verificaba estas salidas los lunes y los jueves de cada semana.
Con el aumento de los vecinos se construyó una nueva fragua y el herrero vivía en el pueblo. La nueva fragua de Señuela está construida en una parcela de propiedad municipal, tiene una superficie de 85 metros cuadrados y está ubicada a la salida de Morón. Es de piedra y por el interior recubierta de barro. Fue construida y pagada por los vecinos, las piedras proceden de la cantera de "Val de las Tainas" y las traían los hombres con carros, se contrató a albañiles y les ayudaban los vecinos con hacenderas. En el dintel de la puerta de acceso figura el año de su construcción junto con las iniciales"C.G." (Cirilo García), "L.A." (Lino Arribas) y "D.M. (David Miranda.) El herrero se comprometía mediante contrato a arreglar las rejas de labor, cuando más trabajo tenía era en las temporadas de romper y siembra. El trabajo se solía pagar con fanegas de grano repartidas a prorrata por las puntas que trabajaba y además se abonaba una cantidad en metálico para el carbón que necesitaba. Aparte de la reparación y mantenimiento de los aperos de labranza, herraban las caballerías, o hacían soldaduras y forjados. En la fragua, aparte del yunque y fuelle para avivar el fuego, había una pila para enfriar y templar el hierro. Entre las herramientas: tenazas, tajadera, martillos, punteros, punzón, lima, cortafríos, etc. Avisador Numantino 24/07/1935. Anuncio. Vacante Herrero. Se halla vacante la plaza de herrero mecánico y herrador del pueblo de Señuela. (Soria) con el sueldo que el agraciado convenga con los vecinos de dicho pueblo. Restaurado por la Asociación en 2007.
Corral de las mulas y los bueyes
Para realizar las labores en el campo y previo a la industrialización, animales como caballos, bueyes y mulos eran tan necesarios como lo son hoy tractores, remolques y cosechadoras.La existencia de estos animales de tiro determinó que el común construyera un corral de piedra para poderlos guardar. Situado en la salida de Morón, en la misma parcela que la fragua y con una superficie de 685 metros cuadrados, es de propiedad municipal. Es un corral de piedra, que posee dos puertas de acceso aunque en la actualidad una de ellas se encuentra tapiada, donde se guardaban separados los mulos y los bueyes de los vecinos.La mayoría de los vecinos de Señuela tenía una yunta de mulas y otra yunta de bueyes, que empleaban en las tareas agrícolas: roturar, arar, sembrar, acarrear, trillar, escardar, etc. Había un vaquero o dulero, era el pastor de ganado mayor (mulas, los bueyes, yeguas) de los vecinos del pueblo. Se encargaba de custodiarlo y alimentarlo en los terrenos comunales. El sueldo se abonaba a prorrata por el número de cabezas de ganado que custodie pagando todas por año. Daba una vuelta al pueblo haciendo sonar un cencerro, los vecinos soltaban primero los bueyes y después las mulas, también podían llevarlos directamente al corral; el vaquero iba recogiendo el ganado y soltaba las que había en el corral y con todas las llevaba a alimentar a la dehesa boyal, existente en el pueblo. Cuando se había cosechado, el ganado mayor conducido por el vaquero se alimentaba en los rastrojos. La dehesa no estaba cercada, había un prado de arriba y un prado de abajo y una choza en un alto donde el vaquero se resguardaba y vigilaba el ganado. Al terminar la jornada las recogía y las llevaba a los corrales, donde los vecinos iban a recogerlas, o las soltaba en el mismo orden y los vecinos las esperaban para meterlas en las cuadras.